“No tengo una caja de seguridad en Salta; nunca fui a Salta y tampoco tengo vinculación con hijos de Edmundo Jiménez (el actual ministro Público Fiscal y ex ministro de Gobierno y Justicia)”, enfatizó Víctor Deiana. El presidente de la Mutualidad provincial se sumó ayer a la lista de testigos del juicio oral por el crimen de Paulina Lebbos y posterior encubrimiento. Su declaración dio vueltas alrededor de la versión que lo había involucrado con el supuesto ocultamiento de pelos y uñas de la víctima en esa provincia, en 2006, y con contactos telefónicos con Alberto Kaleñuk, secretario privado del entonces gobernador, José Alperovich, entre febrero y marzo del mismo año.
Deiana preside desde fines de 2004 la entidad privada de servicios destinados a los empleados estatales. El fiscal Carlos Sale, entre otras preguntas, le consultó si había conocido por esos tiempos alguna versión que lo ligaba a la causa de Paulina Lebbos, con referencia a que “había escondido pelos y uñas de Paulina en una caja fuerte en Salta”. “Todo lo que conocí fue a través de la prensa. La verdad, al principio, me parecía algo que no tenía sentido. No tenía vinculación absolutamente con nada. Por la prensa sí supe de esta versión”, respondió.
“La vinculación había sido producto de rumores de empleados, con quienes había una enemistad manifiesta. Hacían trascender muchas cosas”, contó el directivo, al hacer referencia a las disputas legales y públicas con empleados despedidos de la repartición cuando había asumido Deiana.
Por otro lado, el titular de la Mutualidad remarcó frente a la Sala III que no recordaba haber hablado vía telefónica con Kaleñuk, en particular. “Me comunicaba con la gente del Gobierno para que nos giren los pagos, teniendo en cuenta la deuda de la Provincia con la mutualidad (de unos $ 10 millones)”, dijo.
Tanto el fiscal como el abogado Gustavo Morales, defensa del imputado Eduardo Di Lella, dieron a conocer en la audiencia entre tres y cuatro contactos telefónicos entre las líneas registradas a Kaleñuk y Deiana: el 27 de febrero (Paulina desapareció el domingo 26 de ese mes) y el 6 y 8 de marzo (días antes del hallazgo del cuerpo en la ruta 341, en Tapia).
Entre 2004 y 2007, Deiana cumplía guardias médicas los fines de semana en el hospital de el Timbó, cerca de El Cadillal. Ayer, el directivo remarcó que no recordaba si había trabajado ese 26 de febrero y ese 11 de marzo. “No coincidían (los cargos). Como la Mutualidad me obligada a realizar gestiones en Buenos Aires, por ejemplo, muchas veces tenía dificultades para realizar las guardias en el hospital”, expresó.
Sin fiscales, no hay juicio
El Tribunal, por mayoría, decidió suspender la audiencia prevista para hoy, debido a que ninguno de los tres fiscales designados para el proceso oral podrá estar presente. Carlos Caramuti y Rafael Macoritto dieron lugar a un pedido de Sale; mientras que el presidente de la Sala III, Dante Ibáñez, votó en disidencia. El fiscal había informado que no podía estar presente hoy, al igual que los otros dos funcionarios judiciales Carlos Saltor y Diego López Ávila.